
Cuando apenas estaba iniciando su carrera, el uruguayo Santiago “Morro” García estuvo en Venezuela. Lo hizo con su selección en el Sudamericano sub-20 de 2009.
Era una de las figuras en un equipo lleno de talentosos jugadores como Tabaré Viudez, Jonathan Urretavizcaya, Nicolás Lodeiro, también estuvo el defensor Sebastián Coates.
A Uruguay le tocó jugar en Puerto Ordaz su fase de grupos. Ganó todos sus partidos y avanzó al hexagonal con 12 puntos e igual cantidad de goles.
De la mano del técnico Diego Aguirre, García formaba parte de las rotaciones en la delantera. Tomando en cuenta que se jugaban partidos cada 48 horas.
A pesar de su edad, García ya era un jugador portentoso en lo físico. Mucho más que los futbolistas que había en el torneo. Peleaba en el área y se “fajaba” con los defensores.
En esa fase de grupos anotó dos goles. Ambos de mucha valía. El primero fue ante Chile para que los charrúas ganaran el partido 3-2. En ese duelo fue titular y jugó los 90 minutos.
Era su estreno en el campeonato, ya que no estuvo en el debut contra Bolivia que también se saldó con triunfo de 2-0.
En el siguiente duelo estuvo hasta los 75 en la victoria sobre Paraguay 4-2. Fue el encargado de poner el 2-1 y aseguraban su clasificación al hexagonal final.
Allí le anotó a Venezuela, aunque en esa ocasión su selección perdió 3-1. A pesar de ello igual logró la clasificación al Mundial de Egipto.
Al final disputó seis compromisos con tres goles, junto a Viudez y Lodeiro fueron los segundos que más anotaron tras cinco de Abel Hernández.
La evolución del “Morro”
“Morro” García siguió en esa selección sub 20 y fue al Mundial de Egipto. Allí llegaron hasta los octavos de final.
En la competencia anotó un tanto en la goleada a Uzbekistán. Su único en la competencia. No llegó a la selección mayor.
El delantero salió de las inferiores de Nacional de Uruguay. Allí fue goleador del primer equipo en el torneo local. Luego se descubrió que consumía cocaína. Fue justo cuando se dio su traspaso a Atlético Paranaense por lo que no fue sancionado.

Tras un paso rápido por Kasimpasa de Turquía regresó a Uruguay a Nacional, fue transferido a River Plate de ese mismo país.
Llegó a Godoy Cruz en el 2016 y durante cuatro años se cansó de hacer goles. Tantos que es el máximo artillero histórico del club.
A pesar de todo ello lidiaba con una fuerte depresión que lo llevó a quitarse la vida con solo 30 años de edad.