
Comienzo estas líneas hablando desde los supuestos. Puede parecer irresponsable, pero en el fútbol venezolano es muy común hacerlo, dado que los partes o la información de casos “delicados” se manejan siempre de manera no oficial. El supuesto es que, según un periodista con credibilidad que cubrió la fuente de fútbol, hay un par de futbolistas en Zamora que habrían dado positivo a la primera prueba de despistaje de la COVID-19.
Expuesto lo anterior, es preocupante que éste tema se maneje de manera extra oficial, por la gravedad del asunto y porque ningún sentido tiene ocultar o no informar sobre algo tan delicado. Que hayan o no casos de COVID-19 en el FutVe no tiene nada que ver con la reanudación de la actividad competitiva, al contrario, divulgar la cifra de profesionales contagiados permitirá definir con más criterio la aplicación de los protocolos necesarios para evitar la propagación del virus en los planteles que están entrenando.
Ahora, lo que sí hay que ver con mucha atención es el alarmante aumento de la cifra de contagiados en Venezuela. Es un hecho que debe tomarse con suma seriedad. Cuando ya son casi cuatro los meses en que el país ha estado controlado por la cuarentena desde que se anunciara el primer caso en territorio nacional, hoy la actuación del Estado es la de radicalizar acciones para evitar la propagación, justo cuando el fútbol ha regresado a los entrenamientos y se ha avanzado firmemente en la vuelta a la acción.
Richard Páez: “El médico racional que llevo por dentro le ganó al entrenador pasional”
A eso se ha referido Richard Páez como motivo principal de su renuncia al cargo de técnico en Mineros de Guayana. Esgrime que no se debería retornar a los trabajos por el aumento de la curva de contagio. Los sectores prioritarios de la actividad económica y gubernamental no se han detenido, pero la llamada radicalización de las medidas ha incluido evitar la actividad deportiva. Sin embargo, los equipos, en su mayoría, han regresado a los campos y no parece que vayan a volver a quedarse en casa.
El Estado venezolano no ha sido claro sobre éste tenor y mientras eso sea así, los planteles seguirán preparándose para la vuelta a la acción, más allá que aún no se tenga una fecha, calendario ni locación clara para que el campeonato dé inicio.
Lo que considero que podría afectar este retorno progresivo del fútbol es el incremento de las cifras en contagios y no que haya futbolistas portadores del virus. Si el Gobierno central decide apretar la cuarentena por el COVID-19 los equipos tendrían que regresar a la fase cero y eso sí descalibrará cualquier intención de que el FutVe vuelva. Es un sector no prioritario y así se tendría que asumir, duélanos o no.
Soy un firme impulsor de la vuelta a la competencia siempre que haya un estricto cumplimiento de los protocolos de prevención, pero si la cifra de contagiados sigue “palo arriba” como va, la prevención valdrá tanto como cuando se suspendió todo en marzo.
Además, hay equipos como Zulia que no tienen las condiciones para entrenar debido a la emergencia sanitaria que vive ese estado del país, por lo que ya hay una desventaja con respecto al resto de los equipos. Es inevitable no considerar estas variables. La incertidumbre sigue latente mientras no haya una norma expresa que prohíba los entrenamientos.
¿Qué nos ofrecen como ejemplo otros campeonatos? En mayo, futbolistas del Colonia alemán dieron positivo a la COVID-19 en plena fase de entrenamientos lo que provocó que sectores políticos criticaran la vuelta a la acción de la Bundesliga, el primer campeonato en el mundo detenido por la pandemia que se reanudara.
“Las medidas tomadas hasta ahora así como los test que se realizan regularmente de forma estratégica han demostrado que podemos reaccionar ahora con soluciones individuales”, aseguró el gerente del club, Horst Heldt; pese a las críticas de sectores políticos que opinaban que “el fútbol debe ser ejemplo” y no exclusivamente “pan y circo”. Y el fútbol teutón volvió.
En Mineros y Lala esperan por las pruebas para arrancar a entrenar
La incertidumbre no es solo en Venezuela: la MLS, el fútbol peruano y el fútbol de México, que retomaron los entrenamientos, han encontrado en el alto número de futbolistas contagiados una razón de peso para considerar suspender el regreso a las acciones. Cuando el número de portadores es alto, es razonable considerar la suspensión. De ahí que es vital que se hagan públicos los resultados de las pruebas en todos los equipos de fútbol del campeonato profesional venezolano.
Lo cierto es que las opiniones a este respecto difieren y todos tienen razones valederas, entre quienes quieren el regreso del fútbol por motivos recreativos, sociales y económicos; y quienes piden su postergación por razones sanitarias.
Lo que sí reclamo seriamente es que se debe eludir esa sensación de que se privilegia al FutVe en la gestión de la crisis del COVID-19. Hablamos de un Estado de Emergencia Sanitaria Nacional, decretado, y todo debe obedecer al interés común, no al de un solo sector.