
Después de una carrera como volante, a la venezolana Hilaris Villasana le llegó un nuevo reto en su carrera: ser delantera en Ecuador.
La nacida en el estado Anzoátegui es una de las refuerzos de Liga de Quito. Pero ahora tiene una función nueva a la que todavía se ajusta.
“Es una responsabilidad enorme”, así califica la jugadora este nuevo reto en su carrera. “He tenido que cambiar algunos aspectos. En Venezuela jugaba de mediocampo mixto”, apuntó.
Entre esos cambios está trabajar más la definición porque sabe que no puede fallar. “Antes solo solía dar pases y asistencias, ahora me las hacen a mí y la responsabilidad de meterla es mía”, soltó.
Por lo menos en el comienzo del torneo le fue bien, en la primera jornada marcó y le llena de confianza para todo lo que viene.
“Para mí es importantísimo haber marcado comenzando, porque es un reto jugar de delantera y quiero hacerlo lo mejor posible y siempre aportar al equipo”, contó.
Por su velocidad, entrega, definición y debut con gol. @hilarisvillasana es nuestra jugadora del partido en #LDUvsMacara 2×0.
¡Regresamos y no paramos! ¡Somos LIGA! 😉#TodosSomosLIGA #GuerrerasAlbas pic.twitter.com/4a3S4SnL1Y
— GuerrerasAlbas_LDU (@GuerrerasLDU) September 13, 2020
Un reto para Hilaris Villasana
Villasana es una de esas jugadoras de Venezuela que cuenta con un gran palmarés en la selección. Fue a dos mundiales y a los Juegos Olímpicos de Nankin.
A sus 22 años esta es su segunda experiencia en el exterior, ya que antes estuvo en Colombia con Alianza Petrolera. Ahora en Ecuador siente que tiene una gran responsabilidad.
“Lo tomo como un reto que me hace crecer y siempre exigirme”, dice en relación con su nuevo rol. Además de llegar como refuerzo y extranjera es una responsabilidad adicional.
“Siempre tendrás el peso de que tienes que hacerlo bien porque te están trayendo para aportar al equipo y marcar la diferencia”, agregó.
Lo que más le gustó a Hilaris es que su llegada a Liga de Quito se da porque la entrenadora (Emily Lima) la pidió y no por una recomendación. La vio jugar en la Copa Libertadores. “Le gustó mi fútbol”, acotó.
“Siempre me han gustado los retos, me gusta sentir esa sensación de que tengo que exigirme para afrontar cualquier reto y este es uno grande”, dijo la jugadora.
Lo que más le cuesta es no tener mucho contacto con la pelota como sí lo tenía cuando era mediocampista. “Tengo que acostumbrarme a que el equipo juega para mí”, expresó. Por lo pronto la futbolista lo toma con responsabilidad y disposición este nuevo rol.
Hasta ahora ella se siente feliz en Ecuador. “Me he sentido muy bien, es un buen grupo”, apuntó.
Con su mentalidad ganadora ella solo quiere ser campeona. Pero no solo eso, sino que quiere ser una pieza fundamental para conseguirlo.
La altura le complicó
Al jugar en Quito debe lidiar con los 2.850 metros sobre el nivel del mar. Confesó que al principio le costó muchísimo.
“Trabajé diferenciado con el preparador físico para alcanzar el ritmo del grupo, pero cuando nos fuimos a cuarentena perdí toda esa adaptación que había tenido”, recordó. Luego pudieron retomar los trabajos y está a la par del resto.
Una vez más de la mano de preparador físico pudo retomar el nivel para afrontar el torneo que ya tiene dos fechas disputadas.
Considera que el fútbol ecuatoriano “aún le falta mucho por crecer, pero va por buen camino y poco a poco está marcando su desarrollo con paso firme”.
Para ella el desarrollo también llegará con las jugadoras extranjeras que puedan ir a ese país. “Eso siempre los hará crecer y verse mejor”, agregó.
La decisión de ir a Ecuador la tomó porque fue una buena oferta y ella ya no quería seguir en Venezuela. Una decisión a priori acertada, ya que en este 2020 todo parece indicar que no habrá torneo.
“Al principio estaba nerviosa porque de antemano me habían dicho que sería delantera, pero era un reto”, expresó. No ocultó que el tema económico también peso. “Sabemos que la situación país es fatal, eso ha llevado a que el fútbol en Venezuela baje el nivel y ya no sea lo mismo de antes”, completó.
Cerró diciendo que todo eso la desanimó y por ello tomó la determinación de aceptar una oferta afuera y la de Liga de Quito la convenció. Sobre todo por el hecho de que ahora tiene un nuevo reto que es ser delantera.