
El SEO, los motores de búsqueda, los algoritmos y tanta cosa que cambia sin avisar en Internet han aniquilado los titulares literarios, la estructura artística de los textos y hasta la morfosintaxis de noticias, reportajes… todo por clics, los tan apreciados clics.
Entonces, para atraer gente, recomiendan títulos sugestivos como “Lo que no sabías de” o “La última novedad que no debes perderte”. También, para contar una historia, reportaje o noticia recomiendan conteos.
Y engancha, no nos engañemos. En una nota sobre Salt Lake City, en Utah, para atraer al usuario usan la siempre eficaz enumeración: “Diez cosas por la que NO debes mudarte a Salt Lake”. Una de ellas es “Es difícil hacer amigos”.
Esta “investigación” hecha con el más mínimo rigor por un pasante o becario obligado a entregar 14 notas diarias, capaz tiene su asidero en rumores urbanos. Cierto o no, los venezolanos Sergio Córdova y Jefferson Savarino son socios y amigos y en Utah. Y eso es bueno, para ellos y para el equipo.

El caso de Córdova es conocido: tras comunicar públicamente que padecía de depresión, bajó un poco la exigencia de la Bundesliga y se enroló con el Real Salt Lake City, cuadro con el que felizmente cuenta 19 titularidades en 25 jornadas. Su cuenta personal suma seis goles y una asistencia.
Córdova, de 24 años, llegó al RSLC procedente del FC Augsburg de la Bundesliga tras ser adquirido por David Blitzer y Ryan Smith. Blitzer también es dueño de Augsburgo, lo que hace que la mudanza a Córdova sea rápida y sin problemas.
Sin embargo, no fue fácil. Se despidió de Alemania y se reencontró con el gol en Estados Unidos casi un año después. Las cosas fueron cambiando poco a poco.
“Estoy disfrutando estar en la MLS y en Estados Unidos. Me ha venido bien”, dijo recientemente en una entrevista.
Llegó un amigo
Algo de influencia debe haber tenido Jefferson Savarino en su llegada o adaptación. Se marchó como ídolo del equipo al Atlético Mineiro de Brasil, regresó al Lago Salado a mitad de temporada, víctima de una reestructuración del cuadro brasileño que implicaba sacrificar a algún importado. Parte de la hinchada del “O Galo” extraña al zuliano.
Lo de Savarino ha sido sorprendente: en nueve partidos como titular con el equipo, ha participado en nueve goles: cinco anotados y cuatro asistencias. Es uno de los jugadores más en forma de la MLS.
Su aporte ha potenciado a su amigo y compatriota, “La Pantera”. De los seis goles que cuenta, tres han llegado desde que Savarino está en Utah. Y en los últimos cinco juegos. Con el del domingo ante Seattle, encadena dos seguidos. Actualmente, es el goleador del equipo y luego le sigue su coterráneo, con cinco.
En ese rudo partido, contra el campeón de la Concachampions, Córdova marcó el primero en una buena acción individual y en el segundo, creó la jugada en la que se la sirvió a Savarino para que este botara un centro preciso que incrustó el lateral Andrew Brody.
La sociedad vinotinto tiene sentido: en el 4-4-2 que propone en la gran mayoría de los juegos el argentino Pablo Mastroeni, Córdova aparece de delantero, que tiene juego exterior y cae por la derecha; mientras que el extremo derecho es Savarino. Los dos juegan, se divierten, confeccionan en la misma zona y hacen un buen trabajo
RSL de estar en el puesto 10 antes de la llegada de Savarino, ahora se ubica en un sólido quinto lugar en la Conferencia Oeste, que es zona de clasificar a post temporada. Aún queda camino, pero los resultados están apareciendo. Y más, apoyados en esta sociedad vinotinto.