10 apuntes que deja Pékerman en su arranque de eliminatorias con Venezuela

Con Venezuela eliminada de facto para Qatar 2022, un estreno de un nuevo entrenador no hubiese despertado mayor emoción que la modorra propia de un equipo desangelado y sin oportunidades. Pero, si la persona es José Pékerman, la esperanza se vuelve a encender.
La afición vivió con ansiedad los días previos el estreno ante Bolivia y ante Uruguay. Ver las primeras pinceladas, cómo iba a empezar el proceso restaurador de la selección nacional y como serían esas primera piedras del camino a 2026, un mundial que promete mucho, empezando por una ampliación de cupos.
El argentino tuvo cara y sello: un fabuloso estreno en Barinas y una caída estrepitosa en Montevideo. Sin embargo, en el global de esta ventana FIFA, José deja apuntes interesantes. Entre un partido y otro hay puntos coincidentes, más algunas puertas que se van abriendo. En Idioma Futve recogimos diez apuntes que deja la doble fecha debut de Pékerman.
1. Ataque con más sociedades y tenencia

Era una de las promesas de José Peseiro. Que la transición de defensa a ataque fuera menos rudimentaria, y tuviera un poco más de elaboración, sociedades entre jugadores ofensivos y tenencia progresiva. Ocurrió en Barinas, donde despedazó al rival, pero en Uruguay, el rival tapó el juego por el carril central y dejó de funcionar. Pero es una idea que tiene en mente. El tándem del juego ante Bolivia entre Soteldo y Óscar González le dejó bastante satisfecho.
2. El enganche va
Repitió once e intentó repetir funcionamiento. Con Rómulo Otero, “rescatado” de un momento gris con Cruz Azul (aunque 2022 promete mejorar para él), el enganche, una figura importante en los procesos pasados de selecciones de Pékerman, también tendrá presencia con la Vinotinto. Otero hizo un maravilloso primer partido contra Bolivia, pero fue anulado contra Uruguay. “Cariaco” González por lesión no pudo mostrarse en la posición y Cristian Cásseres Jr., que jugó unos minutos en Barinas en esa posición, no pudo estar en Montevideo por acumulación de tarjetas.
3. Hay que ganarse el puesto
El once que sacó el argentino en los dos partidos pudo haber sido perfectamente de cualquier técnico anterior, de Peseiro o de Leo González incluso. No hubo nombres ni cambios de impacto, salvo casos puntuales. Muchas personas esperaban una “limpia total” y no. Los Rincón, Rondón, etc, están en sus puestos y de a poco, se irá dando la mentada transición. No se puede tirar todo de un solo golpe.
4. Los chamos, a su tiempo
Va de la mano con el postulado anterior. Hay una necesidad en la afición de forzar debuts de jugadores jóvenes con proyección. Telasco Segovia y Yerson Ronaldo Chacón jugaron apenas cinco minutos en esta doble fecha, entrando al 85 cuando ya estaba definido el juego en Barinas. La filosofía no es exponer a los chicos a situaciones que pudieran resultar traumáticas. Ante Uruguay, Pékerman hizo solo tres de cinco cambios posibles: Murillo, Josef Martínez y Junior Moreno, tres nombres bien conocidos y sustituciones, bien conservadoras. La incorporación de los chamos se irá dando progresivamente.
5. Óscar González, un lateral a explotar

Siguiendo con nombres propios, Óscar González será un proyecto de Pékerman. De maravilloso partido ante Bolivia, no tuvo el ritmo internacional de élite ante Uruguay y se vio desbordado varias veces, no tuvo buenos retrocesos. Sin embargo, en declaraciones del propio entrenador, es un lateral interesante que requiere seguir trabajando. Luego de años de dificultades con el lateral izquierdo, González se asoma como solución, pero tendrá que evolucionar de la mano del argentino. Por cierto, el juego interior de González ante Bolivia fue primoroso. Hay que profundizar eso.
6. El ataque vertical, cuando sea necesario
Tomarle forma a una nueva identidad, va a llevar un tiempo. Tiempo, que Pékerman no ha tenido. Vaya al postulado 1 y vuelva. ¿Leyó? Pues, para profundizar esas sociedades en ataque, requiere trabajo, entendimiento y elevar rendimientos personales. Pero, cuando el partido ahogue, como contra Uruguay, Pékerman no le tiembla la mano para volver a lo que estaba haciendo Venezuela: juego directo, vertical, de pocos toques y pases largos (y que el nueve se caiga a golpes por la pelota) si eso permite, primero, desahogar al equipo y segundo, hacer sentir más cómodos a los ofensivos. El equipo en el complemento, se vio un poco mejor
7. Sistema 4-4-2 en futuro no muy lejano

Para desahogar ante Uruguay, sacó a Otero y dio ingreso a Josef Martínez, cambiando a dos puntas. El gol, llegó con la combinación con Rondón que hace unos diez años, ocho años, era una dupla que se entendía y rendía. En el camino, Josef fue más “nueve” y los DT´s nacionales consideraron que no se acoplarían. En rueda de prensa, Pékerman dijo que ambos podían jugar juntos, que sería interesante tenerlos juntos, pero que requería trabajo. Ya empezó a experimentar.
8. Murillo, una carta revulsiva

En los dos partidos repitió solo dos sustituciones: Josef Martínez y John Murillo. Murillo es del agrado del estratega por el desborde, por la velocidad adicional que imprime para superar a un rival ya desgastado por el transcurrir de los minutos. De entrada, parece tenerle estima para esta función, en especial para poner un poco más de ataque directo.
9. Fariñez, el #1
Con Pékerman, también parece zanjada esa discusión sobre quién debe ser el arquero principal de la selección, tras la regularidad de Rafa Romo y Joel Graterol. El catiense estuvo fino bajo el arco, casi inactivo ante Bolivia y evitó la masacre ante Uruguay.
10. Confianza, valor
Lo ha dicho en sus intervenciones. Pékerman quiere iniciar el cambio desde la confianza del jugador en sí mismo. Lo poco que ha charlado, va por ahí. Creer en sí mismos, volver a ser una piña (los abrazos Soteldo-Rondón y Josef-Rondón mandan un mensaje). Fue la piedra fundacional del proyecto de Colombia que fue a Brasil 2014 y a Rusia 2018. Hay trabajo profundo para recuperar la autoestima colectiva.