El éxito no depende de la opinión del comunicador
Para un niño de 16 años, asumir la responsabilidad de tener un país encima pidiéndole que cumpla sus objetivos, que juegue bien, que no se equivoque, debe significar una carga bastante pesada de llevar. Y más cuando nuestra tradición futbolística nos rememora un pasado en el que las alegrías son recientes y que la gente se acostumbra a eso y...