
Supongamos que una selección nacional pasa a manos de particulares, las de un grupo semi privado (semi por aquello de que inmiscuye a un funcionario público) y se convierte en un producto a la venta; algo así como un carro, una mesa o una pasta de dientes.
Supongamos que en un país cuyos activos (tierras o empresas) fueron expropiados de forma ilegal y, ahora endeudados y arruinados, pasan a ser vendidos al “mejor” postor (o al amigo que más me convenga), hacen lo mismo que con sus insignias deportivas.
Supongamos que una Federación Deportiva pasa por un proceso de transición para elegir nuevas autoridades, controlado por un Comité Regularizador cuyos miembros son los mismos que arruinaron a esa Federación.
A este punto, las suposiciones sobran y la comprobación es cierta: estamos ante la mercantilización de una selección nacional, la del fútbol Sub20, con la que la FVF abre un nuevo capítulo en su muy desprestigiada historia organizativa: Selevinotinto S.A.
Si bien es cierto, las selecciones nacionales de cualquier deporte no son del país. NO. Representan al país, portan los colores y hasta los símbolos nacionales, pero en realidad su adhesión es a la Federación que las conforma y esta puede “hacer lo quiera” para organizar sus equipos, siempre que siga las normas fijadas por el ente internacional (Confederación, Comité, etc., etc.).
Sin embargo, todo este entramado de ruina económica, despidos con deudas y traspaso de “dueños” no es mas que un burdo atentado a los sentimientos patrióticos de un país, que de paso cuenta con el apoyo de la corporación mayor: la FIFA.
Todo mal
Como si no fuera poco, el nuevo propietario, el llamado “Grupo de Valencia”, no parece una organización seria, dado lo poco que se conoce de su origen, procedencia de fondos y sobre todo sus integrantes.
El Grupo decidió sacar al cuerpo técnico de turno y poner al que mejor se adapte a sus ¿necesidades? Porque a menos de dos meses para la competición, la selección nacional Sub20 es un cuerpo sin forma que no tiene claridad en cuanto a sus objetivos.
Basado en esto, ¿tendrá el nuevo seleccionador la autonomía suficiente para decidir lo que mejor le conviene a su equipo? ¿O será la Vinotinto Sub20 solo un medio de exposición para satisfacer los intereses de unos pocos?
La mercantilización del FutVe a manos de grupos, agentes, seleccionadores de turno o intermediarios no es nada nuevo. Desafortunadamente lo hemos visto en la de mayores, en las juveniles y en los equipos, solo que antes todo pasaba por debajo de la mesa ante la falta de pruebas. Ahora, como todo en el país, ya ni las formas se guardan.
buena exposición de motivos si se puede llamar así, diste en el clavo, no hay ética en los participantes de este entramado empezando por la comisión regularizadora, se pagan y dan el vuelto, como les queda poco tiempo están buscando la forma de insertar esa modalidad en la fvf para obtener prebendas de todos los negocios dolarizados de la misma, en especial de los talentos de la vinotinto que quedarían a merced de ellos, si antes no estaba claro ahora se muestra a la vista, eso se negoció creo en la final de valencia donde asistió laureano y el grupo de valencia que ya sabemos quienes son. Es triste esto para el fútbol venezolano que se quiera dar ese giro para caer al precipicio donde será difícil de salir.
considero que los entrenadores, jugadores y la comunidad futbolera debería pronunciarse al respecto y exigir explicaciones no sólo a la fvf sino a la comisión de la fifa que se encarga de este tipo de desviaciones.