
Nunca es fácil debutar en una competición tan exigente como las Eliminatorias Sudamericanas al Mundial, donde grandes figuras del fútbol mundial se reúnen para defender a sus países, bajo una intensidad pocas veces vista en otras latitudes.
Esa suma de talento, patriotismo y elementos únicos de nuestro continente, hacen de las eliminatorias un torneo de máxima dificultad y mínimo margen de error para conseguir resultados.
Ante este gran reto, José Peseiro, tuvo la oportunidad de estrenarse como seleccionador nacional, y en Idioma Futve analizamos la derrota de Venezuela 3-0 ante Colombia desde el punto de vista táctico.
Más allá de las dificultades que conocemos, ausencia de jugadores clave, menos de tres sesiones de entrenamiento con el grupo y la tardía llegada de elementos a la concentración.
El planteamiento
Fiel a su estilo en los últimos años, Peseiro apostó por el 4-2-3-1, un esquema táctico algo ambicioso para un equipo que venía acostumbrado al 4-3-3, y que solo contó con apenas tres sesiones de entrenamiento previo al partido.
La valentía de Peseiro a la hora de querer imponer su identidad desde el primer día, frente a un claro candidato a obtener un cupo mundialista, habla bien de sus intenciones. Sin embargo, el partido demostró que no era momento para una apuesta de ese tipo.
Peseiro manejó el pensamiento de aprovechar las bandas con jugadores como Machís y Murillo, sumados a los laterales Rosales y Hernández, para de esta forma tener como referencia a Córdova, quien nunca pudo complicar a los experimentados centrales colombianos, Mina y Sánchez.
Eliminatorias: Una débil Venezuela sucumbió 3-0 con Colombia
La apuesta del portugués en los costados permitió a Colombia contraatacar con elementos rápidos como Cuadrado, Mojica y Muriel, quienes aprovecharon una y otra vez el deficiente retroceso de la selección, cuando los laterales se sumaban al ataque.
En un esquema con doble pivote, es vital que al menos uno de los dos centrales tenga la claridad necesaria para conectar con el centro del campo y saltar la primera línea. El espacio entre Chancellor-Ángel y Rincón-Herrera fue un desierto vinotinto, nunca hubo conexión.
Las variantes de Peseiro

Durante la segunda parte, Peseiro se percata y busca equilibrio con el 4-1-4-1, siendo Tomás Rincón ese elemento entre la defensa y el centro del campo, donde terminaron ubicándose Yangel Herrera y Jefferson Savarino.
Con un poco más de solidez defensiva, se apostó por la irreverencia de Rómulo Otero en el costado izquierdo (buscando el perfil derecho), quien consiguió faltas importantes, superación de líneas con conducción e importantes remates de larga distancia.
Luego del 3-0 en el marcardor, Colombia sacó el pie del acelerador y Venezuela se mantuvo esperando al rival, de la misma forma siendo inofensiva en ataque.
Posiblemente Peseiro siga fiel a su esquema del 4-2-3-1 que, con más tiempo para ser trabajado, podremos realizar un verdadero balance de las intenciones del portugués.
Los goles
Una y otra vez, Colombia gozó de un desordenado retroceso vinotinto, que les ofreció en muchas oportunidades duelos dispares, viendo a jugadores venezolanos tomar decisiones en desventaja posicional (2 contra 1).
Los tantos colombianos partieron desde los costados, donde con velocidad y espacios, pudieron resolver en 45 minutos el partido.
Colombia 1-0 Venezuela | Zapata 16′
Colombia 2-0 Venezuela | Muriel 26′
Colombia 3-0 Venezuela | Muriel 45+3′