Morr, DT de Metropolitanos: Nos han pasado muchas cosas buenas en poco tiempo

Eran cuatro niños, entre ocho y diez años. Tenían franelas moradas y gritaban el cándido “Va-mos Me-tro”. Sus padres, de inmediato se contagiaban y a los segundos, toda la zona derecha de la tribuna principal y al rato, buena parte del estadio.
No fue un cántico elaborado, a lo barra argentina, ni tampoco alguna salsa versionada por la Barra del Caracas. Esta vez, fue Metropolitanos, con muchas escuelitas plenas de niños, que a su vez fueron acompañados de sus padres los que con una frase muy simple, terminaron gozando el primer título violeta en su historia.
El arquitecto del triunfo futbolístico fue José María Morr. Al cuarto año con los “Mets”, pudo lograr la primera estrella para la institución. El camino no fue fácil, y en especial, ganar siendo fiel a una idea, a la tenencia, a la jugada bien elaborada.
Aún con papelillo dorado encima de su franela, “Chema” tuvo unas palabras para Idioma Futve. El barquisimetano, aún con la alegría de la primera vez, tuvo la calma para mirar un rato por el retrovisor.
—Primera estrella, para usted, para Metropolitanos…

—Esto es (Juan Carlos) Ferro, que creyó en mí, en el proyecto. Al finalizar 2021, puse mi cargo a la orden y él dijo, “no, debes quedarte, ahora es que vienen cosas buenas”. Es un club que viene creciendo y haciendo las cosas bien. Ya mañana (lunes) se empieza a pensar en 2023, los nuevos retos, cuerpo técnico, jugadores y directivos. Nos han pasado muchas cosas buenas en poco tiempo.
—Premio al respeto por un proceso. Un proceso que tiene ADN propio: la tenencia como premisa. Viendo un poco hacia atrás en la temporada: ¿Cómo logró tantos automatismos? ¿Cómo logró convencer al grupo de esta vía?
—En 2019 jugábamos con dos líneas de cuatro, con un poquito de tenencia, pero muy leve. Llegamos a cuartos de final (Clausura) y nos sacó un grande como Táchira y su jerarquía. En el 2020, con cinco juveniles, vendimos a Daniel, entramos a Copa Sudamericana. En el 2021 nos tocó seguir avanzando y mejorar la tenencia, con jugadores con buen pie, pero era la primera vez para mí, para muchos en el equipo, en doble competición y no se nos dio. Ya en 2022 Dios nos da la dicha de tener jugadores como Carlos Cermeño o Charlis Ortiz, que no estaban en planes y empezar a trabajar estas ideas con futbolistas de buen pie. Jugdores como (Carlos) Sosa o (Freddy) Vargas, que es igual o mejor que Robinson Flores… Charlis se adaptó e incluso, desde atrás, íbamos a traer a un central colombiano zurdo y entró Jean Fuentes, que nos da también salida con toque. Hoy ves un equipo engranado, que queda campeón, pero nos falta más trabajo para competirle a River, Boca, Flamengo y todo lo que conlleva una Libertadores.
—Igual, en la final tocó cambiar un poco el libreto, improvisar…

—La tensión nos hizo cometer muchos errores, no aguantábamos el balón, queríamos ir más rápido de lo que iba la jugada, pero buenos, son finales. Es la primera para mí, otros buscaban otra vez ese éxito, como Cermeño, como Charlis (Ortiz). Y bueno, ganando es más fácil corregir.
—Nombró a “Pico” Vargas. Interesante su adaptación a este engranaje que es su equipo, que reemplazó a un jugador indispensable como Robinson Flores y terminó siendo el máximo asistidor del equipo.
—A “Pico” lo conozco desde los 12 años. Sé cómo convencerlo, como llevarlo. Hay que saberlo llevar, que el entienda el día a día. Es normal que tuviera un bajón como en Lara, son etapas. Tiene unas características especiales como jugador, para mí termina como el mejor jugador de la liga. Un jugador tan completo y desequilibrante… le pedimos a Dios que mejore su día a día. Ojo, no es que le guste la cerveza y la salida, nada que ver, es en su forma de trabajar. Si lo ayudas, lo veremos en la selección y el exterior un buen rato.
—Volvamos a la final, ¿qué le dijo al equipo tras el gol de Monagas?
—Cuando nos hicieron el primer gol, les dije que esto no iba a terminar así. Que se acordaran algunos de los cuatro años que tienen aquí, algunos un año entero. Que tuvieran paciencia y terminó marcando Charlis (Ortiz) que había fallado algunas. Confiamos mucho en nosotros.
—Desde tribuna, vimos que se le dieron instrucciones al portero Schiavone. ¿Era un Ipad, una carpeta con hojas?

—Era un arco (impreso en hojas) donde marcamos el punto donde patean los jugadores del Monagas. Los estudiamos, los “caletreamos” todos, practicamos más de dos meses los penales. Eddy Vargas (preparador de arqueros) es el primer responsable de este triunfo en la definición de penales.
—En lo interno, es llamativo que al calentar en cada partido de local pongan salsa en los parlantes del estadio…
—Les hago sus normativas habituales en el camerino, pero los jugadores en su cancha mandan. A ellos le gusta la salsa, a mi alguna canción, pero ellos se sienten bien, motivados y si rinden así, ¡qué viva la salsa!
—¿Esperaba tanta gente apoyándolos en el estadio?
—Cada fin de semana íbamos metiendo un poquito más de gente, cada día más. Pero no esperaba tanta gente y tanto apoyo. También es un gran trabajo de la Liga (Futve) y esos son los aficionados que esperamos que se enganchen con nosotros en el futuro.