Leo González, el silencioso líder para los tiempos difíciles

Argentina, Perú, Paraguay: tres batallas de alto nivel le esperan a un hombre que, de retos, sabe. Leo González asumió las riendas de la Vinotinto, interinamente, luego de la renuncia de José Peseiro al banquillo nacional.
Antiguo defensor que también actuaba en el medio de contención, este valerano de 49 años deja por unas semanas el timón del Deportivo Lara para guiar a Venezuela en uno de los momentos más caóticos.

A una semana del duelo contra la Albiceleste de Leo Messi, campeona de América, en Caracas, la Federación Venezolana de Fútbol confió a González la misión de llevar al equipo a buen puerto, luego de la triple fecha de septiembre por las Eliminatorias a Qatar 2022.
Su presencia, como lo manifestó la FVF, será interina. Lo conoce el presidente del ente futbolístico, Jorge Giménez, que anteriormente estuvo al frente del Deportivo Lara con González en el banquillo. ¿Habrá una posibilidad de mantenerlo, dependiendo de lo que se vea ante Argentina, Perú y Paraguay? Tendremos que esperar.
La etapa de Leo González como jugador
Un símbolo de Trujillanos que también pasó por el Caracas FC, González jugó 39 partidos con la Vinotinto, llegando a ejercer la capitanía en varios de ellos. Disputó tres ediciones de Copa América: 1993 (tres partidos), 1995 (dos) y 1997 (tres). Con solo evocar su presencia con la cinta en el brazo ya se sabe el respeto que puede obtener, en base al liderazgo.
“Creo que para los valeranos y los fanáticos de Trujillanos es un icono de lo que representa el equipo”, afirma a Idioma Futve Juan Bastidas, periodista deportivo nacido en Trujillo. “Siempre fue el tipo aguerrido, fiel y dispuesto a sacrificarse por el equipo”.

“Recuerdo”, dice Bastidas, “que cada vez que iba al estadio era de los más ovacionados. Como defensor, era muy duro para pasar, pero no perdía el buen pie porque hasta de volante cinco servía en algún momento”.
Esa dureza fue cediendo con el paso del tiempo, pero sin perder la seriedad. Hombre de perfil bajo, lejano de los reflectores, un trabajador a carta cabal, lleva su experiencia como DT al mayor honor que puede tener un venezolano: el banquillo de la selección nacional.
“Fue un líder y un referente en tiempos de vacas flacas”, opinó el reconocido periodista Daniel Chapela, en su cuenta de Twitter. “Lo respeto como entrenador y persona. Sabrá cómo asumir este reto y cómo transmitir el valor de esta camiseta, condición indispensable en los tiempos que corren”.
El momento del entrenador
Colgó los botines a finales de la primera década del 2000, para unirse a su amigo Pedro Vera como asistente en Trujillanos. Los papeles se intercambiarían luego, pero la dupla permaneció, tanto en Deportivo La Guaira como en Deportivo Lara. Saben los dos lo que es conquistar Copa Venezuela y torneos del Futve, confirmando su buen hacer como formadores y ganadores.
“La lealtad, la disciplina, la constancia, el trabajo y la responsabilidad, más la comunión entre directivos, cuerpo técnico y jugadores” fueron claves para los éxitos, apuntó Vera en una entrevista con el periodista Tomy Argüelles.
“Somos dos personas con el mismo pensamiento en lo deportivo. Cuando estamos en nuestro trabajo no necesitamos comunicarnos mucho, porque ya sabemos lo que es realizar un cambio, las características del rival, cómo nos podemos defender. No he visto una pareja con tanto tiempo, llevamos ya once años trabajando juntos”, destacó Vera.
Así trabaja Leo González
Ramón Medina Ojeda trabajó en el departamento de prensa del Deportivo Lara en los tiempos de González y Vera. Traza las características de los dos técnicos: “Apuestan por jugadores con una capacidad física bien importante. Javier Covela, su preparador físico, es de los mejores del país”.
En la forma de plantear los partidos, analiza Medina Ojeda la labor de González.
“Juega con cuatro en línea de fondo, doble línea de cuatro, con el bloque corto”, explica. “Su principal virtud es mantener el arco en cero. No le da mucho espacio al rival, y cuando recupera, desde la virtud de la defensa sólida, busca ser siempre vertical. En las dos versiones en las que quedó campeón, en 2017 y 2018, con jugadores diferentes, siempre jugó así”.
“Deja que su trabajo hable por él, y por eso ha logrado lo que ha logrado”, define Medina Ojeda.