
Si la Vinotinto hubiese llegado a Brasil con al menos tres puntos en su mochila, tendría apenas un leve mal sabor haber perdido con la que es en este momento la mejor selección del continente por apenas 1-0 y más, jugando con un orden táctico ultra defensivo bien interesante.
Pero, aunque todas las desgracias empezaron a caer en cascada desde que se lesionaron los laterales titulares, la progresión mostrada puede saber a nada porque no hay goles ni puntos en la tabla y ya han corrido tres fechas.
La tarea no se hizo en el estreno en la ruta a Qatar y fue en parte porque aún se sentían los cimbronazos de una crisis económica e institucional en la FVF que golpea y seguirá golpeando.
Venezuela salió a eso, a resistir, a aguantar. A ver hasta donde llegaba la insistencia brasileña, que fue bastante discreta. Pero, ese aguantar embate tras embate terminó quebrando a dos jugadores que fueron fundamentales con su ausencia: Rolf Feltscher, cayó primero y luego Roberto Rosales.
I-Buen arranque, en lo teórico

Como se adelantó en la previa, Rosales volvió al lateral derecho y Rolf, aprovechando el regreso de Yordan Osorio, quedaría como lateral fijo por la izquierda, para que en la hora de la pequeña, hiciera de central también. Darwin Machís, cayendo por la derecha (no por la izquierda como en Granada) terminó siendo un lateral adicional que formó una línea de cinco defensores. Más adelante, con Moreno, Rincón, Cásseres y Soteldo, venía una cuarta línea que se compactó muy bien con la anterior y Rondón quedó solo arriba, esperando una pelota solitaria. Brasil se topó con una enredadera.
II-Evidenciada la falta de Neymar
Con estas murallas, Brasil fue muy lineal, aburrido, sin chispa. Pareciera que no fue el país de la samba. No consiguieron un driblador o fantasista que pudiera quebrar la férrea defensa que planteó el portugués. Neymar, se extrañó. Esto obligó a la tropa de Tite a lanzar balones, a saltar líneas y el enlace con los atacantes se fue desvaneciendo.
III-Cayó el primer soldado vinotinto
Sin embargo, no todo sería de color de rosas. A los 18 tuvo que entrar Luis Mago sustituyendo a un lesionado Rolf Feltscher. La primera mala noticia. A Mago se le notó su ausencia de protagonismo titular en la U de Chile y se le vio errático y desbordado, a pesar de que es un zurdo natural. Contó con la fortuna de las buenas coberturas de Cásseres Jr , que se tiró hacia el lado izquierdo y fue de los más destacados del juego por Venezuela.
IV-¿Resistirá Venezuela?
La tensión del seguidor venezolano estuvo en el nivel más alto en el primer tiempo. La pregunta que más se hicieron en silencio fue ¿Cuánto puede aguantar defendiendo así Venezuela? Osorio sumó un buen partido siendo indescifrable por arriba y cortando con seguridad. Ángel estuvo bastante correcto. También los árbitros, quienes impidieron tres goles canarinhos: dos por offsides y uno por falta. Insistimos, la tensión fue alta y cuando se pitó el final del primer tiempo, se relajaron músculos de hinchas criollos.
V-¿Se atrevieron?

Para el complemento, en sus primeros pasajes, Venezuela se vio un poco más atrevida. Volvió el 4-3-3 e intentaron hacer pressing al rival. Las líneas quedaron más abiertas, separadas y los contragolpes letales se veían venir. El 5-4-1 se rompió y se intentaba jugar a algo más agresivo, eso sí, con muchos espacios concedidos.
VI-Segundo hombre caído en la Vinotinto
No sabremos nunca si esa apertura de líneas iba a acercar a Venezuela al arco rival o el que se iba a acercar más era Brasil. Lo increíble, el otro lateral titular, Rosales, que hizo en varias ocasiones de un cuarto (sí, cuarto) central también se tironeó. Ahora sí, todo en modo emergencia. El equipo no supo acusar este golpe y hubo caos defensivo.
VII-Y bueno, el gol
Tite, viendo el panorama, decidió enviar el ataque hacia la banda más débil de Venezuela. La izquierda. En un fallo colectivo de una excesiva salida de Mago y un mal retroceso de Otero, llegó un centro por ese costado y el remate de Firmino, que por cierto, no estaba referenciado. Ya la Vinotinto se encontraba aturdida y desbarajustada antes del esa diana, que se veía venir pronto.
VIII-¿Y ahora?
Peseiro debe recomponerse rápido y ser ofensivo ante Chile para no cerrar el año en cero. Sin sus dos laterales titulares y sin Tomás Rincón por expulsión, debe hallar ese once que le permita ir al ataque para despertar a una ilusión que cada vez más tiene el sueño más profundo. Tendrá cuatro días para preparar bien. Y profundizar de forma exprés su idea en cuanto a lo ofensivo.