
Francesco Stifano demuestra que la manida frase “caerse está permitido… levantarse es obligatorio”. Tras un paso con poca fortuna en Deportivo Táchira, los agoreros vaticinaban que el joven entrenador caraqueño se había “quemado”, que no soportaba la presión de una plaza difícil y otras frases, de fácil acusación.
Stifano llegó con un sendero ganador, en corto tiempo. El alumno más destacado de Noel Sanvicente antes de parar en San Cristóbal. Ganó el Adecuación 2015 y la primera liga con nuevo formato (2016). Antes, había ganado todas las categorías nacionales en distintos equipos (sub-17, sub-20 y segunda división).
Recaló en Zulia FC y se sacó de entrada cualquier viso de “quemazón”: en un entorno más tranquilo y favorable al semestre siguiente a la salida del Táchira, logró la Copa Venezuela.
Lo mejor vino al año siguiente: “El Buque Petrolero” hizo la mejor actuación internacional de equipo zuliano alguno y la mejor de cualquier cuadro venezolano en Copa Sudamericana: alcanzó los cuartos de final.
Stifano y su equipo llevó luz a una ciudad azotada por la cruel crisis de servicios públicos, en especial la electricidad. Maracaibo, una ciudad vibrante, estaba cabizbaja por la desidia gubernamental. Y contra ello lucho ese Zulia inolvidable.
Francesco no terminó el año con el negriazul por desgaste. Desgaste por muchas cosas. Pero mostrarse a nivel nacional le sirvió al del Colegio San Agustín salir del país.
Antes del parón del coronavirus, su nueva casa, Águilas de Río Negro, quedó en el lugar 12. Pero, a tres puntos de la zona de semifinales y a cinco de la cima. Este cuadro el año pasado peleó por no descender y ahora, aspira a más. El venezolano ha despertado buenos comentarios.
-Siendo venezolano, ¿Ha encontrado algún tipo de prejuicio?
-Con los jugadores no venezolanos hemos tenido una receptividad impresionante. Respeto la profesionalidad de todos los jugadores y siento que están contentos con lo que venimos haciendo. Hay reciprocidad importante en el dialogo, en el clima. El ambiente es muy bueno.
-¿No teme perder eso con el parón?
-Hemos trabajado bastante. De forma remota, por la plataforma Zoom. Ha sido productivo, hemos tenido foros, pero extrañamos la cancha. Esperemos pronto estar en la cancha.
-¿Qué encontró en Colombia?
-El futbolista colombiano es muy atlético, tiene una potencia importante, una técnica muy depurada, de las más vistosas que he podido ver. Hay una cultura importante, una gran atmósfera que también ayuda bastante. Alrededor del fútbol giran muchas cosas.
-¿Cuál es el objetivo del equipo?
-Este equipo el año pasado luchó el descenso, pero esta temporada queremos tener una temporada más que tranquila. Y al lograr esa tranquilidad, podemos aspirar a mejores cosas, como ir a competición internacional, que es lo planificado con la directiva.
-Hablando de objetivos, con Zulia FC hizo historia. La ciudad se volcó alrededor del equipo, pero usted no terminó la campaña
-Yo siento que el ciclo terminó en el momento justo. Sí, teníamos un gran año pero hubo desgaste, el tema ciudad nos desgastó bastante. Me fui con buena relación con César (Farías, uno de los propietarios), su hermano Luis, todos. Pienso que capaz pudimos haber terminado el semestre. Pero me voy agradecido, con el equipo, con la ciudad. A Maracaibo siempre la voy a tener en mi corazón.