
Esta tarde de sábado, Yeferson Soteldo se convertirá en el tercer criollo en disputar una final de Copa Libertadores. Tras Rafael Dudamel, portero del Deportivo Cali que no pudo superar en penales a (precisamente) Palmeiras en 1999 y luego, Alejandro “Lobo” Guerra, triunfador de la edición 2016 con el Atlético Nacional de Medellín, el llanero intentará darle el cuarto título continental al mítico Santos donde alguna vez jugó Pelé.
Santos y Palmeiras se enfrentan en el Maracaná desde las 4:00 pm, hora de Venezuela, y lo podrás ver en este link.
Al igual que para todos los futbolistas, este 2020 ha sido irregular y largo para él. Sin embargo, en esta Libertadores de 375 días ha mantenido un rendimiento uniforme, antes y después de los casi seis meses de parón.
Con cierta libertad para moverse por otras zonas del campo, el venezolano de 23 años es el jugador que ha creado más chances con sus conducciones en todo el torneo: 11 oportunidades de gol, según Stats Perform.

Con el balón a sus pies se ha vuelto imparable y su cambio de ritmo es endiablado. Escurridizo, puede trasladar la pelota por varios metros del campo sin casi ningún inconveniente.
Y eso incluye sprint normal con pelota, y por supuesto, regate. Entre los jugadores que disputarán la final, Yeferson Soteldo es quien ha eludido a más rivales (23) con sus dribles endemoniados. Algo que llena mucho la vista del espectador.
En total, ha creado 28 chances en esta Copa, cifra que solo superan Nicolás De La Cruz, de River (31), y Carlos Tevez, de Boca (30). Si excluimos las jugadas a balón parado, Soteldo acumula 24 chances creadas, algo que solo supera Matías Suárez, de River (26).

El portugueseño, que cuenta dos goles y dos asistencias en Libertadores (diez juegos), tiene una efectividad de drible de 66% según Sofascore. Con 77% de pases correctos, manteniendo la cifra en área rival (generalmente el promedio de pases bueno baja en el área rival de los jugadores) radiografían una buena faceta ofensiva, más allá del espectáculo de verle jugar con sus gambetas y fantasías.
Jorge Sampaoli fue el gran potenciador de este jugador en su etapa anterior con el Santos. Le trabajó muy bien la faceta defensiva, que la tenía ciertamente bastante pobre. Algo que aún le cuesta la titularidad en la selección.
Palmeiras – Santos: paulistas por la gloria eterna de Libertadores
Con Alexi Estival (Cuca) conserva algunos de esos fundamentos. Sin embargo, ha creado un sistema que le permite descolgarse más y dedicarse más a lo ofensivo. Siempre a perfil cambiado, dueño de la raya de la banda izquierda. Es un extremo letal, que se entiende a la perfección con Marinho, la otra estrella que cae por el otro costado y Kaio Jorge, puntal por el centro que pudiera ser un poco más efectivo con las oportunidades que le crean los dos anteriores.
Soteldo hizo lo correcto: quedarse
Fuera de la cancha, Soteldo fue víctima de la mala administración de José Peres, el primer presidente en el centenario equipo que sufre un impeachment. Con deudas con los jugadores y proveedores, más imposibilidad de fichar por una sanción FIFA por impagos a Atlético Nacional y a Huachipato (precisamente por la venta de Soteldo), apuraban la salida del pequeño a un gigante árabe como el Al Hilal.
Sin embargo, Soteldo se mantuvo firme y hoy está acá, a puertas de la gloria. Santos, sin embargo, sigue dando vueltas para tener estabilidad económica. Por ejemplo, a Huachipato le “devolvió” los derechos deportivos del jugador (para paliar la deuda) y el cuadro brasileño solo tendrá un 10% si se concreta una venta mayor a ocho millones de dólares. Estará cedido en Santos hasta que ambas partes lo crean conveniente.
El sueño del ex Zamora es llegar a Europa. Muchos reparan en su tamaño, pero su personalidad ha impulsado sus habilidades a un punto nunca imaginado. Con mucho coraje, sabía que el partido trampolín para su vida era ante Boca. Y así lo internalizó. En la semifinal definitiva, se lanzó el mejor juego de toda la Libertadores (la mayoría de casas estadísticas le dio 8,5 sobre diez), marcó un golazo y el estruendo mediático que da jugar contra Boca, amplificó su rendimiento por todo el planeta.
Hoy sábado le toca seguir conduciendo ese balón, que a su vez, ese camino que empuja con la pelota en sus pies, le puede llevar kilometro a kilometro a su sueño: Europa. Con el 10 del mítico Pelé a sus espaldas, se puede soñar cualquier cosa.