
Lateral izquierdo. Dos palabras y una posición en el campo que hace sudar frío al aficionado venezolano en los últimos años. El sinónimo de este concepto, al menos en el último lustro significa: experimento, inestabilidad, vacío.
Y el más acucioso, dirá: “falta de planificación”. Sí, porque como es posible que en cinco años, desde las categorías inferiores nacionales no se fomenten uno o dos talentos emergentes que puedan ir llenando ese vacío que ha dado tantos dolores de cabeza a los técnicos nacionales.
El último lateral izquierdo estable que se tuvo fue Gabriel Cichero. Y si nos volvemos puristas, fue un central reconvertido a la banda. Afortunadamente, funcionó en su momento. Si buscamos a un lateral izquierdo más “puro”, entonces hay que viajar en el tiempo a mediados de la década pasada y encontrar a Jonay Hernández.
Pero, en el pasado reciente y en el mismo presente de la selección, las soluciones han sido variopintas. La más llamativa, es el cambio de perfil de Roberto Rosales.
Sobre el manido tema, el técnico de la Vinotinto, José Peseiro, dijo el sábado en Conexión Goleadora que el tema “es un tabú impresionante en todos ustedes y no solo en el ‘Equipo A’, sino en la Sub 20 y todas las categorías. Buscamos lateral izquierdo, ¡OK! Vamos a ir buscando. Me gustaría tener un zurdo para jugar ahí, defender y llegar adelante”.
Se ha visto como en las inferiores de la selección nacional se han usado laterales izquierdos a perfil cambiado. Buscando ganar, más que formar. Tampoco se le da debido seguimiento a proyectos de lateral izquierdo. Es un tema que desnuda la ausencia por años de una posición clave en todas las federaciones vecinas: un gerente (o coordinador) de desarrollo en selecciones, que haga planes a largo plazo de monitoreo y desarrollo, esté el técnico que esté.
El portugués lo ha dejado claro: “Lo que más quiero es poner a los jugadores en su posición natural y Rosales va en la derecha, le gusta más y va a jugar más y mejor ahí que en la izquierda”.
¿Se cumplirá lo que indica Peseiro?
¿Y entonces? Hay que ocupar esa posición. Peseiro, mientras, barajará opciones como Luis Mago (un central), Miguel Navarro y Oscar González, a quien quería ver en la pasada doble fecha, pero por causas de Covid-19 no se pudo reportar.
“En mi esquema, yo necesito que se queden tres atrás, no importa quien (lateral) suba, derecho o izquierda. Que queden tres. Con Colombia subieron los dos y nos marcaron los goles”, comentó.
En sus últimas comparecencias, Peseiro admite (con característica franqueza) que va a pelear por ir al Mundial de Qatar 2022, pero está consciente que es una misión complicada. Pero, que dejará algunas cosas que le serán de provecho al que venga, en caso de que no logre el ansiado objetivo.

Y para el caso del lateral izquierdo, pidió el apoyo de los clubes. Cuando se jugó la Liga Futve en las burbujas de Carabobo y Barinas, el portugués se reunió con todos los técnicos del fútbol criollo. Y aparte de escucharlos, les lanzó una propuesta.
“Lo del lateral izquierdo es un problema no solo del primer equipo. También sub-20, hacia abajo. Cuando hablé con los técnicos de clubes estaban dispuestos a desarrollar jugadores, hay muchos volantes ofensivos, zurdos en este país, que pueden ser laterales”.
Lo lógico es preguntarse ¿y por qué no se hizo antes? Venezuela es una tierra de donde brotan a granel short stops y volantes ofensivos. Más de una vez se ha planteado, que en ese superávit de creativos, ¿por qué no utilizar algunos para la banda, para una posición demandada no solo en Venezuela, si no en el Mundo?
Quizás hacía falta alguien que la soltará como política de trabajo sostenida. Causas, ya no importan hoy. Se necesitan soluciones y Peseiro ha soltado una importante. Eso sí, requiere de mucho acompañamiento y seguimiento, en especial desde la Federación. De resto, solo será un deseo al aire.
La entrevista completa de José Peseiro
Me queda una duda en la nota ¿Cuándo mencionan a Óscar Hernández en realidad se refieren a Óscar González cierto? En todo caso es una idea muy buena y uno no deja de preguntarse cómo no se hizo antes.
Tienes razón, es González. Un lapsus. Ya lo corregimos, mil gracias por leernos!