Óscar González, un lateral sin techo
Nacido en Puerto Ayacucho, pero reclamado como suyo por Valle de la Pascua, a Óscar Constantino González le llegó su partido de “explosión” en la vinotinto a tres días de haber cumplido los 30 años.
“Picoro” (que tiene un parecido razonable a Pikoro, el de Dragon Ball) no había tenido suerte con los llamados de selección. Incluso, el hecho llegó a lastimar la confianza en ser tomado en cuenta.
“Esas dos suspensiones, junto con la vez que di positivo que me perdí dos partidos, ese sube y baja me hizo dudar sobre una futura convocatoria”, confesó en una nota de prensa del Monagas, cuando Leo González volvía a recurrir a él. En entrevistas anteriores, a los llamados a la selección se refería con una “espera ansiosa”.
Y es que, quizá su relación con la selección ha tenido algo de mala suerte. El jugador que estuvo con El Vigía, La Guaira, Trujillanos, Monagas y una breve experiencia en Independiente del Valle merodea la órbita de selección desde 2015, en el proceso de Noel Sanvicente.
“Chita” comentaba puertas adentro que quería desarrollarle como lateral. Trabajó en módulos con él, le llamó a dos amistosos (ante Honduras en 2015 y ante Costa Rica en 2016), pero no lo llegó a colocar en el terreno de juego.
A la par, el dolor de cabeza del lateral izquierdo, con el paulatino retiro de Gabriel Cichero se acrecentaba. Y a su par, González seguía creciendo en el fútbol nacional.
González también estuvo en el radar de Rafael Dudamel. En algún momento tuvo problemas con el pasaporte, luego alguna enfermedad, lesión… tampoco pudo hacer el equipo.
De igual manera, con José Peseiro, quien ya tenía sobre sí el problema del carrilero zurdo intentó tenerlo en su universo de jugadores. Pero de nuevo, pasó algo fuera de la cancha que no le permitió estar de nuevo con la selección.
Debutó con la selección seis años después de haber estado en un banquillo vinotinto como suplente. Fue en el interinato XL de Leo González y ante la Argentina de Lionel Messi. El de Monagas cerró el 2021 siendo titular en siete de los nueve partidos que dirigió el trujillano.
Un jugador profundo
Luego de aplastar 4-1 a Bolivia el viernes en La Carolina, del único jugador que habló José Pékerman en la rueda de prensa fue de Óscar González. Fue protagonista y vital en este renacer vinotinto.
“Oscar ya había tenido indicios en la selección de que era un jugador que tenía muchas condiciones como lateral, había tenido buenos partidos. Pero pensamos que es un jugador que puede crecer mucho más. Estuvo muy profundo, encontró en Soteldo un jugador de calidad para hacer un tándem, saber cuándo entrar, cuando salir y fue vital su aporte ofensivo sin desatender su parte defensiva”, comentó el estratega.
González tuvo su gran partido con la selección y parece atornillarse ahí. El momento, dulce, le llega con 30 años. Maduro, inteligente rendidor.
Y es que demostró mucha inteligencia para desplegar lo que le pedía Pékerman. “Picoro” destacó por hacer mucho juego interior, es decir, no jugó tan pegado a la raya, zona que le dio a Soteldo para que desbordara. En poco tiempo, ambos se entendieron muy bien y posiblemente fue importante el tiempo que pasaron juntos en Margarita, pues se reportaron antes que los legionarios.
El primer gol, asistencia suya a Salomón Rondón, fue un poema al entendimiento con Soteldo. Entró por el carril interior izquierdo, la entregó, la recibió de vuelta, centro cortico… un deleite.
Según Sofascore, Óscar fue el tercer mejor jugador del partido con 7.9/10, detrás de Salomón Rondón (8.8, autor de “hat trick”) y de Rómulo Otero (8.5, el motor del equipo y de quien hablaremos en una próxima entrega).
De acuerdo con este servicio de estadísticas, González lanzó 40 pases con 88.9% de efectividad. Dio una asistencia, más tres pases clave y dos ocasiones de gol creadas. Ganó cuatro de cinco duelos defensivos en tierra y tres de dos por aire. Interceptó un balón y despejó cuatro veces.
En el mapa de calor del jugador se ve que defendió en bloque alto, pero supo interceptar a tiempo. El juego interior fue fundamental para darle amplitud al equipo, tirando a la banda a Soteldo, con quien se entendió de maravillas.
Hay un nuevo amanecer en la selección y parece incluir a un Óscar González que tuvo un poco de mala suerte, pero que ahora, cuenta para el proyecto ilusionante de Pékerman.
