
El 20 de febrero de 1983 fue la fecha en la que Mineros de Guayana jugó su primer partido en la primera división de Venezuela. El conjunto negriazul hilvanó 40 años en la máxima categoría, una racha que llegó a su fin el sábado 30 de septiembre de 2023.
Será la próxima semana cuando dispute su último partido en la máxima categoría y no se sabe qué será de su historia, ante la terrible crisis económica que sufre el equipo por los malos manejos en los últimos años y sobre todo en la última temporada.

En lo deportivo, la campaña de Mineros fue muy deficiente, pero se queda corta en lo terrible que fue en lo administrativo, con una directiva y sobre todo una presidencia a cargo de Julio César Fuentes Manzulli que no fue capaz de encontrar los inversores necesarios para hacerle frente.
Cuando lo hacía, no lograban concretar, al no ponerse de acuerdo en los términos. De forma extraoficial se conocía que él no daba su brazo a torcer en algunas exigencias que realizaban los grupos interesados.
Una pesadilla de temporada 2023 para Mineros
Ante esto se armó una nómina con muchos jóvenes que batalló durante todo el año. Se vio aún más mermada en el mercado de fichajes del mes de mayo ante la salida de varios jugadores, incluyendo el goleador histórico, Richard Blanco. Lo que hizo presagiar que lo pero estaba por venir. Y así fue.
La segunda parte de la temporada fue una pesadilla: con derrotas tras derrotas, Mineros fue el ocupante del último puesto en la mayor parte del torneo y allí quedó.

Ni siquiera las dos últimas victorias, que fueron por el honor de los chicos, que a pesar de las deudas y en muchas ocasiones sin entrenar, salieron a jugar con el honor.
En una temporada en la que acumularon solo 4 triunfos era complicado mantener la categoría, además de 8 empates y 15 derrotas sellaron la suerte de Mineros que se va a la Segunda División.
Una muy pobre producción goleadora con apenas 24 tantos y 55 recibidos.
Inestabilidad en el banquillo y en las oficinas
Los cambios de técnicos no se hicieron esperar, la temporada comenzó con Antonio Franco, pasó al colombiano José Luis Bernal y el argentino Matías Mazmud como los oficiales.
Jesús Alonso Cabello y Elías Emmons asumieron en “interinatos” entre un ciclo y otro, incluyendo el final, cuando ya era poco y nada lo que se podía hacer.

Al final, los malos manejos administrativos de los últimos años llevaron a que el equipo fuera perdiendo cada vez más fuerza en su nómina.
Atrás quedaron los grandes fichajes y la pelea por el torneo. Aparecieron demandas de impagos por todos lados, desde entrenadores a jugadores tanto extranjeros como criollos. Amenazas de no participación también se hicieron presente.
La llegada de la pandemia recrudeció aún más las finanzas, en los últimos años Mineros cambió de dueño, pero una sola figura continuaba: Fuentes Manzulli, el señalado por muchos como el gran culpable de la debacle negriazul.