Miguelangel Vásquez tiene apenas 22 años y ha vivido muchas experiencias. A su edad, muchos aún se preguntan qué hacer con su vida, mientras él más bien se asienta en su profesión y en el exterior.
Vásquez es un fiebrúo del fútbol. Tan sencillo como eso. Lo que le diferencia del resto, es que quería ser parte de esa máquina que tantos corazones mueve en el mundo. Quería ser futbolista, como la mayoría. Pero a los 15 años reaccionó que su camino a insertarse en el balompié iba por otro lado.
Amante de la táctica, a esa edad adolescente merodeaba Ciudad Vinotinto, el proyecto que levantó César Farías en Lecherías. Ahí lo recibió con acento paternal Fabián Bazán, el preparador físico del ex entrenador nacional. A los 15 años estaba tomando una experiencia increíble.
En poco tiempo, dirigía la sub-10 y tuvo a su cargo al hijo de Alexander “Pequeño” Rondón. A partir de ahí, para acortar la historia, empezó a “sonar” en el ambiente del fútbol oriental. El momento decisivo fue cuando el Deportivo Anzoátegui enfrentó a Universitario de Perú en la Copa Sudamericana de 2015, “le llevé a José Luis Dolgetta, en ese momento DT del equipo, un informe del rival. Quedó encantado y empecé a trabajar con él”, comenta a Idioma Futve desde México.
Por el equipo pasó luego “Patón” González y luego Nicolás Larcamón, un argentino que causó sensación en nuestro fútbol. Vásquez se había afianzado como el analista de videos, y también impactó al estratega importado.
Para Miguelangel (así pegado) fue una gran temporada, en la que se enfrentaron al Zamora de Yeferson Soteldo para definir título. Su experiencia es inolvidable.
Sueños, hay que perseguirlos
Pero, recordemos que es un adolescente. Terminó el bachillerato y las tardes y noches metido en webs de táctica, su crecimiento empírico debía tener un camino más formal. Se marchó a España a estudiar y certificarse como entrenador UEFA.
El curso duró tres años. Paralelo a eso, Larcamón saltó al exterior y lamentablemente, el barco del DANZ empezaba a hundirse. El argentino no perdió contacto con el oriental y mientras pasó por Antofagasta y Huachipato, en Curicó Unido, le pidió ayuda.
“Yo estaba muy metido terminando mi curso y me pide colaborar. Le pedí que fuera a distancia y aceptó. También así colaboré con él en el primer semestre con Puebla”, recuerda.
La llegada a Puebla estaba coordinada para cuando terminara sus estudios. “Pero igual impactado con la llegada al equipo, a la ciudad”.
Y todo valió la pena. Puebla fue el equipo sensación de la Liga MX. “La temporada fue excelente, en cuanto a juego y resultado. El vínculo con la gente fue increíble, se identificó con el equipo que primero que todo, fue protagonista, que salió atacar en todas las canchas. Es un equipo muy intenso, que tiene buena circulación de balón y un equipo como dice Nicolás, ‘rompe-pelotas’ que tiene un juego muy dinámico”, describe el chamo estratega.
Mejorar y mejorar
Vásquez no deja de acotar que Larcamón guarda un gran afecto y respeto por el fútbol venezolano, en el cual, siempre suele conseguir buen material para sus equipos. Para esta campaña, Fernando Aristeguieta será el refuerzo criollo.
“Fernando es un grandísimo delantero, no solo capacidad goleadora, que es buena, sino porque sus movimientos sin balón para el desmarque son de alto nivel. Por su comprensión del juego y por cómo encaja en los clubes. Nos da muchas posibilidades: juego aéreo, que puede ser segundo hombre, para descargar… es un gran acierto”, detalla.
Se despide indicando la meta para el torneo que viene: “Mejorar lo que se hizo en el anterior. Es cierto que los rivales tienen otra manera de ver al Puebla, pero nos hemos reforzado también. El partido a partido dirá como es el camino del Puebla”.
