Lo primero que quiero expresarles es mi más profundo agradecimiento a todos ustedes: los fanáticos venezolanos, que independiente de dónde se encuentren, siempre tienen la disposición de apoyar a la selección.
Su respaldo y cariño en los distintos países por donde nos movimos, principalmente Venezuela, es algo indescriptible.
Intentaría resumirlo con una palabra: incondicionalidad. Gracias.
Mi equipo y yo fuimos los primeros en querer mejores resultados, trabajamos para eso y se intentó con todo lo que teníamos en ese momento. Sin embargo, existen muchos elementos para destacar de cara al futuro, por ejemplo: la oportunidad que brindamos a jugadores de debutar en la selección y así demostrar que sí hay talento de relevo. Este será un factor fundamental de cara al trabajo del próximo cuerpo técnico, saber que tienen muchas opciones, más allá de aquellos jugadores ya conocidos en la selección.
Adicionalmente están los jugadores que logramos repotenciar, y que ahora pasan a ser una opción de mucho peso en la selección nacional. Habríamos querido contar con todos los jugadores de mayor jerarquía, que por distintos motivos no lograron coincidir con el calendario de la Vinotinto. Ojalá en los próximos procesos y convocatorias sí puedan venir y responder a esa gran responsabilidad que implica estar en la selección nacional. Como exjugador y ahora técnico, siempre he dicho que a la selección hay que quererla. No se le puede decir que NO. Nunca. Ese principio fue el que me llevó a decir que sí, cuando me propusieron asumir el interinato de la selección.
Agradecido con mi cuerpo técnico por su compromiso y ética de trabajo. Me siento muy respaldado por ustedes.
A mi familia les digo que los quiero y que sin ustedes estos procesos hubiesen sido muy difíciles de asumir.
Gracias a la familia del Deportivo Lara, y a su presidente Daniel Villasmil por su apoyo absoluto en este proceso. Agradecido con toda la institución.
Gracias a la FVF y a su presidente, Jorge Giménez, por depositar la confianza en mí y en todo mi cuerpo técnico. Es una oportunidad que agradezco y que asumí desde la más profunda lealtad por el fútbol venezolano. No hubo nada más que me moviera a comprometerme a este desafío.
Finalmente un agradecimiento infinito a los jugadores quienes son los protagonistas de todo este espectáculo. Gracias, muchachos. Nos sentimos valorados, respetados y profundamente conmovidos por su actitud en cada fecha que trabajamos juntos. Les deseo siempre el mayor de los éxitos.
Dios los bendiga, y nunca duden de ustedes, todo lo contrario. Frente a cada desafío díganle a la vida: Yo sí puedo.
No me queda más que desearle al próximo cuerpo técnico el mejor de los éxitos.
Somos Vinotinto.
Nota: Esta carta de despedida fue escrita por Leo González en sus redes sociales, y la reproducimos en Idioma Futve con permiso del estratega trujillano.
