
Hablar de Franklin Lucena es relacionarlo con la selección nacional. Resulta inevitable. Siempre a la calladita, salvo un capítulo. No fue un jugador de estridencia, quizás por su posición, su papel fue más secundario, pero importante.
La semana pasada disputó su último partido como profesional, frente a Caracas en un club en el que brilló. A sus 39 años consideró que ya era suficiente como jugador. Ahora iniciará otra etapa.
Para muchos fanáticos hablar de Lucena es recordar el penal fallado en la semifinal de la Copa América de 2011. Con su anuncio de retiro muchos lo trajeron a colación.
Fue un momento doloroso. A nadie más que él le dolió haber fallado ese penal que privaba a la selección de luchar por el título. Fue la mejor actuación en la historia de la Vinotinto en una Copa América, al final terminaron en el cuarto lugar.
Pero el trabajo de Lucena en la selección se resume a mucho más que eso. Era el de la pierna fuerte, el de cortar juego. El que le daba el balance, sobre todo en esa Copa América. Gracias a sus buenas intervenciones controlaron a Brasil en el debut.
Ni hablar de su labor en la eliminatoria a Brasil 2014 que comenzó meses después. Su nombre era un fijo en las convocatorias de César Farías, él y Tomás Rincón. Además ambos compañeros de posición. Fiel escudero.

El trabajo era a la calladita, siempre cumplidor, quizás por eso no se recuerde. Volante cinco, posición que puede ser ingrata. Lucena era ese obrero que siempre llegaba temprano y se iba de último tras cumplir su faena bien hecha.
A la hora de armar el 11 de la Vinotinto no se concebía que no estuviera Lucena y mucho menos si Rincón no podía estar. Al momento de decir adiós hay que recordar la falta que cortó una jugada que llevó peligro, un pase limpio a Juan Arango o César “Maestrico” González.
Siempre es más fácil recordar al que falló en el momento de apremio. Pero no al que colaboró para conseguir un triunfo como el que tuvo Venezuela frente a Argentina solo 3 meses después de esa Copa América.
El fútbol puede ser ingrato, pero en la carrera de Lucena hubo muchos momentos felices, sobre todo en la selección. Y de esos son los que él y los suyos se van a acordar.
Al final disputó 62 encuentros con la selección nacional, 29 de ellos de competencias oficiales: Copa América y eliminatorias al Mundial.
El paso de Franklin Lucena por el exterior
La carrera de Lucena se desarrolló principalmente en el país, Táchira, Caracas, La Guaira y finalmente en Portuguesa, el equipo de su estado natal.
Fue con los Rojos del Ávila con los que consiguió sus mayores éxitos, tres veces campeón absoluto y de la Copa Venezuela. Además estuvo en esa Libertadores a la que llegaron hasta los cuartos de final.
Su único paso por el exterior fue con Once Caldas en Colombia. Allí estuvo durante una temporada y dejó buenos números disputó 48 encuentros y marcó un gol.
🔴⚫ ¡𝑮𝑹𝑨𝑪𝑰𝑨𝑺 𝑪𝑨𝑷𝑰𝑻𝑨́𝑵!
Homenaje del Portuguesa FC al último gran capitán, Franklin Lucena (@pakylucena), quien luego de una carrera plagada de esfuerzo y éxitos, se ha retirado.#Grac13sPaky #PortuguesaFC #Temporada2020 #DefiendeloConHonor pic.twitter.com/x2J1XWwgmg
— Portuguesa FC (😷) (@Portuguesa_FC) December 12, 2020