La semana pasada pasaron cosas muy bonitas para nuestro fútbol. A mí me alegran enormemente y no quiero dejar pasar esos momentos, a veces tan extraños o fugaces, para destacarlos. Soy de esos. No crean que me hago la vista gorda ante lo malo, no. Es que cuando ocurren cosas positivas hay que recalcarlas, ensalzarlas, porque nuestro fútbol, nuestros futbolistas, lo merecen, aún más cuando recibe (n) tanto palo.
El jueves entrevisté a Yeferson Soteldo y destaco dos cosas: la madurez con la que se expresó, con la que adoptó algunas decisiones que tomó y la actitud tan convencida y positiva al asegurar que con la Selección se podrán alcanzar los objetivos planteados. Hablamos del tercer venezolano en jugar una final de Copa Libertadores siendo la vedette, el atractivo principal de ese partido. Una voz más que autorizada para ése análisis.
“El grupo acordó luego de la primera doble fecha que si todos corremos, dejamos los egos de lado y solucionamos nuestros problemas dentro, en lo interno, vamos a alcanzar el sueño de todos”, dijo Soteldo sobre la Selección, añadiendo que “nuestro equipo no tiene que envidiar nada a ninguno de Suramérica. Tenemos una locura de equipazo, solo hay que trasladar el buen momento individual a la Selección”. Una fórmula muy complicada, él lo sabe, pero también está convencido que lo pueden lograr.
Entonces el 10 de Santos habla de trasladar el buen momento individual a la Vinotinto y uno no puede más que ilusionarse. Una ilusión fundada, no con supuestos, sino con hechos. Lo visto contra Brasil y Chile en noviembre pasado invita al optimismo y los muchachos están en su mejor momento individual, su mayoría.
Ver la sonrisa de Salomón Rondón en su presentación con CSKA es ilusionante. Sabemos cuánto quería salir de China y lo ha logrado. Vuelve a un país dónde es muy respetado y una liga que le viene bien a su poder goleador. Lo agradecen la Selección y sus compañeros. El goleador histórico retorna a un torneo competitivo y no hay duda que eso le beneficiará. Sus fotos en su estreno copero con el CSKA, en medio de la nieve, nos generan esa sensación mezclada de ilusión y épica que nadie puede negar.
El mismo jueves que hablaba con Soteldo, más tarde jugaron Yangel Herrera y Darwin Machís con su Granada ante el durísimo Napoli de Gatusso en Europa League. Gol de Yangel para el 1-0. Me doy una vuelta por las redes para informar el tanto y veo que todo mi timeline estaba viendo el partido y celebrando el tanto del guaireño. Luego aparece Machís para meter una pelota diabólica de gol que concretó Kennedy. Gol y asistencia para los criollos en el 2-0 internacional del Granada. Un estado de forma sublime. Los dos son protagonistas de un equipo del que nos hemos hecho aficionados los venezolanos, como cuando todos queríamos que al Mallorca de Arango le fuera bien.
Luego leemos y vemos en resúmenes la actuación descollante de Joel Graterol en el arco de América de Cali. Savarino que sigue dictando cátedra en el Brasileirao que está por terminar. Murillo que vuelve a marcar con Tondela, Villanueva siendo el referente defensivo de su nuevo club en Portugal, el Santa Clara. Rincón siendo el que tira del carro de un Torino que despertó para evadir el descenso. Noticias que alegran y generan un halo de esperanza para marzo, cuando vuelva la acción de eliminatorias.
Así, rogamos que lo que bien expresó Soteldo se pueda cumplir: explotar el buen momento individual con la Selección. Ya los temas económicos con José Peseiro han sido subsanados (en diciembre habría cobrado lo que se le adeuda), lo que permite que la cabeza de todos esté justamente en explotar todas esas ventajas en una doble fecha en la que el presupuesto invita a ser optimista. Dos partidos que serán claves y determinantes para los objetivos de la Vinotinto.
¡Que llegue marzo ya!
