Quienes cubrimos el fútbol venezolano hemos luchado por reivindicar el espacio que nuestro balompié debería tener no solo en cuanto importancia deportiva, sino como parte de la idiosincrasia del venezolano.
Hemos creado un clásico del fútbol venezolano. El Caracas – Táchira ha pasado a ser el partido de mayor rivalidad en el país, por un montón de elementos que acá no vamos a describir porque es harina de otro costal. Lo cierto es que queremos darle una magnitud a un partido que otros ni siquiera entienden. ¿Estaremos equivocados en querer darle una magnitud que quizá no es real?
Hoy tuvimos que dejar de ver el choque porque la televisora se conectó a un mensaje presidencial que no era cadena (sintonicé los demás canales nacionales y ninguno estaba transmitiendo). ¿Harían eso en un Caracas – Magallanes de béisbol? No. Ése sí es un clásico para todos. Nos falta mucho para que nuestro fútbol se respete.
Y es que ni los mismos federativos lo respetan. El bajo nivel del arbitraje ha quedado al desnudo y la ausencia lógica de los árbitros FIFA (están pitando partidos continentales) deja el campeonato a expensas de jueces cuya preparación parece estar lejos de lo que merece el fútbol profesional. No, no creo en componendas, el arbitraje es malo para unos y otros. De ahí viene la suspicacia. Hoy Bracamonte (un FIFA) pitó el choque entre Carabobo y Academia. ¿Por qué no podía estar en Barinas para el trascendental clásico?
Hoy, Uzcátegui se guardó una segunda amarilla a Osío inexplicablemente. Se traga un penal sobre Contreras, se escapa de sus manos el control de un partido donde hubo más empujones e insultos que fútbol. La constante del mal arbitraje está distorsionando todo lo que en el campo se pueden disputar los equipos. Una mancha que es preocupante por lo reiterado y que tiene maculado el campeonato.
Vamos al fútbol: el fútbol lo tenía que poner Táchira para poder darle caza a Caracas. Tenía que buscar el partido Tolisano y lo hizo. Cermeño tomó protagonismo junto con Koufatty, pero sin Zalzman, extrañamente en el banco siendo el futbolista más cerebral que tienen los atigrados. Igual se vio bien Táchira pero cuando se apagó Cermeño, se apagó el fuego aurinegro y Caracas creció, a pesar que el libreto de Sanvicente tuvo que ser modificado con las lesiones de Guarirapa y Rivero. De resto, muy poco qué analizar en un duelo donde la noticia vino por otro lado y no con lo que hicieron los protagonistas en el campo.
Caracas mantiene la ventaja y asegura Copa Libertadores 2021. Táchira irá a remolque luego del polémico 3-0 ante Zamora. Los equipos que mejor fútbol practican del campeonato nos dejaron en deuda.
