La Vinotinto ganó, gustó y goleó en su debut en el Mundial sub-17 en Indonesia ante Nueva Zelanda, una victoria clave para que el grupo gane confianza de cara a los próximos encuentros y se consolide la fe en un grupo de jugadores que tienen un talento formidable. Es momento de analizar varios detalles tácticos interesantes:
David Martínez y el estado anímico
La selección comenzó con muchos nervios el partido, hasta que apareció el “10” para cambiar el panorama de manera radical. Sus intervenciones dotaron de juego y confianza al equipo en el primer tiempo. Su movilidad, superioridad técnica e intenciones fueron claves en el mejor momento del partido para Venezuela.
David Martínez, pese a partir como extremo derecho en el sistema, fue el enganche de Ricardo Valiño. Se movió tanto cerca de la línea de primeros volantes para intervenir en zonas menos congestionadas como por ambas bandas, por derecha apoyándose en los desmarques de Giovanny Sequera como por izquierda para juntar al equipo y juntarse con sus mejores socios.
Giovanny Sequera, el pulmón del equipo
El mediocampista de Metropolitanos es una pieza clave dentro del plan de Ricardo Valiño. Sus movimientos con y sin pelota son fundamentales para el equipo. Sin balón aprovecha su físico para imponerse en duelos, presionar y ocupar mucho terreno. Con balón, sus desmarques fueron claves para ganar profundidad por derecha y compensar los movimientos interiores de David Martínez. Su presencia le ofrece un contexto idóneo al mejor jugador del equipo.
Nicola Profeta y José Correa, en zona de máquinas
Los dos brillaron con luz propia con dos roles diferentes y aportando diferentes registros al equipo. José Correa fue clave a la hora de superar la presión rival en los primeros pases venezolanos y el eslabón más fuerte a la hora de construir el juego desde el fondo.
Por otro lado, Nicola Profeta aportó desde su capacidad para posicionarse dentro del campo, tanto para generar apoyos como para crear líneas de pase, y por su movilidad, ocupando mucho campo tanto en ataque como en defensa a la hora de recuperar la pelota.
Su relación dentro del campo dotó al equipo de la capacidad para poder dominar el partido con pelota. Dos mediocampistas complementarios.
Suplentes de calidad
La victoria contra Nueva Zelanda también fue una muestra de que la Vinotinto cuenta con muchos recursos en el banquillo. Leenhan Romero aportó creatividad, conducciones ofensivas y dominio en la transición cuando ingresó en el medio tiempo. Sin olvidarnos de sus dos goles.
Alejandro Cichero, pese a no tener muchas intervenciones, asistió en el segundo gol con un gran pase al espacio y Junior Colina hizo lo propio en el tercer tanto.
Siempre hay cosas que mejorar, más en el fútbol formativo, pero la primera presentación de la Vinotinto en el Mundial sub-17 fue casi inmejorable con muchísimos puntos a destacar (Yiandro Raap y Luis Balbo en defensa) y una demostración de que esta generación tiene el talento para hacer grandes cosas.
